photo of the poet by Pepe-Kino Torres |
ΟΙ ΠΟΛΕΙΣ ΤΟΥ ΝΕΡΟΥ (Ι)
Στην Paulina Wendt
Ένας άνδρας ετοιμοθάνατος σε έχει ονειρευτεί, ένας άνδρας
ετοιμοθάνατος σε έχει ακολουθήσει. Ένας που θέλησε να πεθάνει
μαζί σου όταν εσύ ήθελες να πεθάνεις.
Εκεί είναι το σώμα μου συντριμμένο στις ξέρες
όταν πνιγόμουν και σε είδα ν' αναδύεσαι και αιώνια
κοντά και αιώνια μακριά ήσουν εσύ η άφταστη
αμμουδιά.
Όλα σε σένα είναι επώδυνα.
Σε χαιρετώ λοιπόν και χαιρετώ το αιώνιο που ζει
στην ήττα, στο ανεπανόρθωτα κατεστραμμένο,
στο άπειρο που σηκώνεται απ' τα ναυάγια,
γιατί αν νερό ήταν οι ζωές μας, πέτρες
ήταν οι ατυχίες.
Δεν είμαι εγώ, είναι οι πατρίδες μου που σου μιλάνε: ο
ήχος του ωκεανού που περιγράφω, τα αστέρια
της περικομμένης νύχτας.
Φωτισμένο απ' τη νύχτα το πρόσωπό σου ανεβαίνει και σκεπάζει
το ξημέρωμα. Ανοίγεις τα βλέφαρα, ανάμεσα τους
εκατομμύρια άνθρωποι αφήνουν τον ύπνο, παίρνουν τα
λεωφορεία τους, βγαίνουν έξω,
οι πόλεις του νερού στα μάτια σου
ΟΙ ΠΟΛΕΙΣ ΤΟΥ ΝΕΡΟΥ (ΙΙ)
Στην Paulina Wendt
Όλα σε σένα είναι ζωντανά και πεθαμένα: η λάμψη
του βοσκότοπου το χάραμα και το νήμα της φωνής που δυναμώνει μες
στον κατακλυσμό, το άγριο ξημέρωμα και η ημεράδα,
η κραυγή και η πέτρα.
Όλο μου τ' όνειρο σηκώνεται απ' τις πέτρες και σε
κοιτάει.
Όλη μου η δίψα σε κοιτάει, η πείνα, ο αχανής πόθος
της καρδιάς μου.
Σε βλέπω επίσης στον άνεμο. Στα χιόνια της
νοτιοαμερικάνικης κορδιλιέρας.
Εκεί είναι ο δρόμος όπου περίμενα να ξημερώσεις,
η μεταθανάτια νύχτα, η πεθαμένη χώρα όπου δεν
πεθάναμε. Εκεί είναι όλες οι πληγές και τα χτυπήματα
όταν αναδυόμενος από τον διαλυμένο ύπνο γύρισα
τα μάτια μου σε σένα και είδα τα υπέρμετρα αστέρια
να πλέουν στον ουρανό.
Το πρόσωπό σου τώρα πλέει στον ουρανό, πίσω του τρέχει ένα
ποτάμι. Είναι ένας άντρας πολύ γέρος.
Είναι ένας άντρας πολύ γέρος στα μισά του ποταμιού
κι εσύ τον κοιτάς
οι πόλεις του νερού στα μάτια σου
ΟΙ ΠΟΛΕΙΣ ΤΟΥ ΝΕΡΟΥ (ΙΙΙ)
Στην Paulina Wendt
Ξέρεις ότι είσαι νεκρή για την αγάπη και δεν αγαπάς.
Όλες οι γέφυρες είναι κομμένες και οι γονείς σου ήδη
εξαντλημένοι ακολουθούν τα ίχνη τους, δεν
θα σου έρθουν πια για επίσκεψη.
Έχουν περάσει χιλιάδες χρόνια με όλα αυτά και μόλις
τώρα που ξυπνάς.
Νυσταγμένη ακουμπάς το πρόσωπο σου και νιώθεις κάτω από το δέρμα
το έργο του κρανίου που θα επιζήσει πολύ μετά από σένα όπως
στο βυθό της λίμνης η πέτρα επιζεί του λαιμού
όπου ήταν δεμένη.
Ξέρεις ότι είσαι νεκρή για την αγάπη και δεν αγαπάς.
Λοιπόν φτιάχνεις καφέ και ανοίγεις
αφηρημένα το ραδιόφωνο, κάθεσαι, σηκώνεσαι
άλλη μια, βάζεις το ντους να τρέξει σαν μία πρωινή προσευχή
της κάθε μέρας και νιώθεις το παλιό χτύπημα.
Όπως χιλιάδες χρόνια πριν όλες οι γέφυρες έχουν
ανατιναχτεί και δεν υπάρχει έξοδος:
Ξέρεις ότι είσαι νεκρή για την αγάπη.
Ξέρεις ότι είσαι νεκρή για την αγάπη, όμως αυτός σε
αγαπάει. Σηκώνεις το πρόσωπο,
οι πόλεις του νερού στα μάτια σου
μετάφραση: Μαρία Θεοφιλάκου
A Paulina Wendt
Un hombre que agoniza te ha soñado, un hombre
que agoniza te ha seguido. Uno que quiso morir
contigo cuando tú quisiste morir.
Allí está mi cuerpo estrellado contra los arrecifes
cuando ahogándome te vi emerger y eternamente
cerca y eternamente lejos eras tú la inalcanzable
playa.
Todo en ti es doloroso.
Te saludo entonces y saludo a lo eterno que vive
en la derrota, a lo irremediablemente destruido,
al infinito que se levanta desde los naufragios,
porque si agua fueron nuestras vidas, piedras
fueron las desgracias.
No soy yo, son mis patrias las que te hablan: el
sonido de océano que describo, las estrellas de
la recortada noche.
Iluminada de la noche tu cara sube cubriendo
el amanecer. Abres los párpados, entre ellos
millones de hombres dejan el sueño, toman sus
autobuses, salen,
las ciudades de agua en tus ojos
Un hombre que agoniza te ha soñado, un hombre
que agoniza te ha seguido. Uno que quiso morir
contigo cuando tú quisiste morir.
Allí está mi cuerpo estrellado contra los arrecifes
cuando ahogándome te vi emerger y eternamente
cerca y eternamente lejos eras tú la inalcanzable
playa.
Todo en ti es doloroso.
Te saludo entonces y saludo a lo eterno que vive
en la derrota, a lo irremediablemente destruido,
al infinito que se levanta desde los naufragios,
porque si agua fueron nuestras vidas, piedras
fueron las desgracias.
No soy yo, son mis patrias las que te hablan: el
sonido de océano que describo, las estrellas de
la recortada noche.
Iluminada de la noche tu cara sube cubriendo
el amanecer. Abres los párpados, entre ellos
millones de hombres dejan el sueño, toman sus
autobuses, salen,
las ciudades de agua en tus ojos
LAS CIUDADES DE AGUA (II)
A Paulina Wendt
Todo en ti está vivo y está muerto: el fulgor del
pasto en la aurora y el hilo de voz creciendo en
el diluvio, el feroz amanecer y la mansedumbre,
el grito y la grito .
Todo mi sueño se levanta desde las piedras y te
mira.
Toda mi sed te mira, el hambre, el ansia infinita
de mi corazón.
Te miro también en el viento. En las nieves de
la cordillera sudamericana.
Allí está la calle en que esperé que amanecieras,
la noche póstuma, el país muerto en el que no
morimos. Allí están todas las heridas y golpes
cuando emergiendo del destrozado sueño volví
hacia ti los ojos y vi las desmesuradas estrellas
flotando en el cielo.
Tu cara ahora flota en el cielo, detrás corre un
río. Hay un hombre muy viejo.
Hay un hombre muy viejo en el medio del río
y tú lo miras
las ciudades de agua en tus ojos
Todo en ti está vivo y está muerto: el fulgor del
pasto en la aurora y el hilo de voz creciendo en
el diluvio, el feroz amanecer y la mansedumbre,
el grito y la grito .
Todo mi sueño se levanta desde las piedras y te
mira.
Toda mi sed te mira, el hambre, el ansia infinita
de mi corazón.
Te miro también en el viento. En las nieves de
la cordillera sudamericana.
Allí está la calle en que esperé que amanecieras,
la noche póstuma, el país muerto en el que no
morimos. Allí están todas las heridas y golpes
cuando emergiendo del destrozado sueño volví
hacia ti los ojos y vi las desmesuradas estrellas
flotando en el cielo.
Tu cara ahora flota en el cielo, detrás corre un
río. Hay un hombre muy viejo.
Hay un hombre muy viejo en el medio del río
y tú lo miras
las ciudades de agua en tus ojos
LAS CIUDADES DE AGUA (III)
A Paulina Wendt
Sabes que estás muerta para el amor y no amas.
Todos los puentes están rotos y tus padres ya
cansados se devuelven sobre sus pasos, ya no
vendrán a visitarte.
Han pasado miles de años de todo eso y ahora
acabas de despertar.
Somnolienta te tocas la cara y palpas bajo la piel
el trabajo de la calavera que te sobrevivirá como
en el fondo del lago la piedra sobrevive al cuello
a la que fue atada.
Sabes que estás muerta para el amor y no amas.
Te preparas entonces un café y enciendes con
distracción la radio, te sientas, te levantas de
nuevo, abres la ducha como un cotidiano rezo
matutino y sientes el antiguo golpe.
Como hace miles de años todos los puentes han
sido arrancados y no hay salida:
Sabes que estás muerta para el amor.
Sabes que estás muerta para el amor, pero él te
ama. Levantas la cara,
las ciudades de agua en tus ojos
A Paulina Wendt
Sabes que estás muerta para el amor y no amas.
Todos los puentes están rotos y tus padres ya
cansados se devuelven sobre sus pasos, ya no
vendrán a visitarte.
Han pasado miles de años de todo eso y ahora
acabas de despertar.
Somnolienta te tocas la cara y palpas bajo la piel
el trabajo de la calavera que te sobrevivirá como
en el fondo del lago la piedra sobrevive al cuello
a la que fue atada.
Sabes que estás muerta para el amor y no amas.
Te preparas entonces un café y enciendes con
distracción la radio, te sientas, te levantas de
nuevo, abres la ducha como un cotidiano rezo
matutino y sientes el antiguo golpe.
Como hace miles de años todos los puentes han
sido arrancados y no hay salida:
Sabes que estás muerta para el amor.
Sabes que estás muerta para el amor, pero él te
ama. Levantas la cara,
las ciudades de agua en tus ojos
Raúl Zurita
γεν. 1950 (Χιλή)
Σχόλια